Durante el fin de semana del 16 al 18 de septiembre, los monitores de Martos, cambiamos nuestra rutina para hacer un alto en el camino y comenzar el curso de forma diferente.Se nos hizo entrega de un cuaderno de oración, en el que empezaremos a plasmar las experiencias de Dios, donde disfrutaremos de un lugar íntimo y personal en el que orar con Él.
Para conocer la utilidad de este cuaderno, nos basamos en la labor interminable de los escribas, los cuales dedicaban su vida a recopilar experiencias de otras personas con el fin de evitar que se extingan o se distorsionen mediante la transmisión oral. El objetivo final de esta tarea no era otra que buscar y descubrir la vida verdadera.
Una vez descubierto nuestro objetivo final, solo quedaba ponernos manos a la obra, eso sí, con la ayuda de Dios y su Palabra. Esta vez nos centramos en profundizar en la parábola del buen samaritano y nos acogemos a su traducción literal: “Amar concretamente”.
También intentamos darnos cuenta de nuestras necesidades, de nuestra sed, en la parábola de la mujer samaritana, en la que los propios monitores la personificamos y le damos sentido a nuestra vida en una velada y en una oración especial en la noche del sábado.
No podríamos empezar el curso sin caer en la cuenta de la necesidad de cambio en algunos aspectos de nuestra vida para con los demás. Para ello, llevamos a cabo la realización de nuestro propio proyecto personal en las que nos fijaremos unas metas concretas en distintas facetas de nuestra vida diaria.
Entre tanto hubo algún rato de diversión y representación en el coseguimos sacar lo mejor de cada uno.
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